Inversión sostenible en México: guía completa para invertir con impacto

Descubre cómo alinear tus inversiones con tus valores sin sacrificar rentabilidad. En esta guía te explicamos paso a paso cómo invertir de forma sostenible en México, con claridad, herramientas reales y estrategias que sí funcionan.

Bienvenido a la guía definitiva para dominar la Inversión sostenible

Un espacio creado para ofrecerte una experiencia real e independiente en el mundo de la inversión sostenible en México. Aquí encontrarás un recorrido PASO A PASO para entender, planear e implementar tu estrategia de inversión con impacto positivo. Desde los conceptos clave y la evaluación del riesgo, hasta las mejores oportunidades disponibles en el país y las estrategias más efectivas para generar rendimientos cuidando el planeta, te acompañamos en cada decisión con información clara, práctica y bien fundamentada. Todo hecho con rigor, pasión y conocimiento financiero real, porque en Finantres creemos que la mejor inversión es la que haces con propósito, criterio y visión de largo plazo.

Inversión Sostenible en mexico

Guía sobre Inversión sostenible

¿Qué es la inversión sostenible?

La inversión sostenible es una estrategia financiera que busca generar rendimientos económicos mientras se contribuye positivamente al medio ambiente, la sociedad y se promueve una gobernanza corporativa responsable. Este enfoque integra criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG o ESG, por sus siglas en inglés) en el proceso de toma de decisiones de inversión, permitiendo a los inversionistas alinear sus portafolios con sus valores éticos y sostenibles.

La inversión sostenible opera evaluando a las empresas no solo por su desempeño financiero, sino también por su impacto en tres áreas clave:

  • Ambiental (A): Se analiza cómo la empresa gestiona su huella ecológica, incluyendo su eficiencia en el uso de recursos, emisiones de carbono, manejo de residuos y políticas de conservación.

  • Social (S): Se considera la relación de la empresa con sus empleados, proveedores, clientes y comunidades. Esto abarca prácticas laborales justas, diversidad e inclusión, seguridad en el trabajo y contribuciones al bienestar comunitario.

  • Gobernanza (G): Se examina la estructura y prácticas de liderazgo de la empresa, su transparencia, ética corporativa, derechos de los accionistas y cumplimiento de regulaciones.

Al integrar estos criterios, los inversionistas pueden identificar organizaciones que no solo son financieramente sólidas, sino que también están comprometidas con prácticas responsables y sostenibles. Esto contribuye a mitigar riesgos asociados a factores ambientales o sociales y puede mejorar la rentabilidad a largo plazo.

En México, la inversión sostenible ha cobrado relevancia en los últimos años debido a varios factores:

  1. Conciencia ambiental y social: La sociedad mexicana muestra una creciente preocupación por temas como el cambio climático, la desigualdad social y la corrupción. Esto ha llevado a los inversionistas a buscar opciones que reflejen estos valores y promuevan un impacto positivo.

  2. Desempeño financiero atractivo: Las inversiones que incorporan criterios ESG pueden ofrecer rendimientos competitivos o incluso superiores a las inversiones tradicionales. En México, se ha observado que los portafolios sostenibles tienden a tener un desempeño más estable y rentable en el largo plazo.

  3. Impulso regulatorio y gubernamental: El gobierno mexicano ha comenzado a implementar iniciativas concretas para fomentar las finanzas sostenibles. Un ejemplo de ello es la creación de la Taxonomía Sostenible, que define actividades económicas con impacto positivo ambiental y social, utilizando criterios técnicos con estándares internacionales.

  4. Crecimiento del mercado de bonos verdes: México ha sido pionero en América Latina en la emisión de bonos verdes, que financian proyectos con beneficios ambientales, como energía limpia, transporte sustentable o eficiencia energética. Esto ha abierto nuevas alternativas para los inversionistas que buscan combinar rentabilidad con propósito.

  5. Preferencias de nuevas generaciones de inversionistas: Las generaciones jóvenes están empujando este cambio. Hoy en día, muchos jóvenes mexicanos que empiezan a invertir prefieren hacerlo en empresas o fondos que reflejen principios de sostenibilidad, transparencia y responsabilidad social.

¿Buscas invertir? Nuestra recomendación es eToro

Invierte en más de 5,600 activos financieros con eToro: acciones, ETFs, criptos, forex y más. Tarifas competitivas y plataforma líder en México.

✅ Regulado por autoridades de primer nivel.
✅ Copia a inversores expertos con CopyTrader™.
✅ Disponible en Latinoamérica.

✔️ Millones de personas ya confían en eToro.

etoro logotipo

Invertir conlleva riesgos. Link directo al proceso de apertura.

Panorama de la inversión sostenible en México

La inversión sostenible no es una moda pasajera, y eso ya lo están entendiendo tanto inversionistas como autoridades en México. De hecho, el país ha dado pasos importantes para construir un entorno financiero donde el impacto social y ambiental tenga un peso real en las decisiones económicas.

Hoy, hablar de finanzas sostenibles en México implica observar cómo se están alineando las políticas públicas, las normas financieras y el rol de actores clave como la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Estas instituciones ya están impulsando transformaciones profundas que facilitan, regulan y fortalecen las inversiones con enfoque ESG.

El gobierno federal ha adoptado una postura activa frente al cambio climático, la inclusión social y la transición energética, lo que se ha traducido en acciones concretas dentro del sistema financiero.

Un claro ejemplo es la Taxonomía Sostenible de México, presentada por la SHCP, que define con criterios técnicos qué actividades económicas pueden considerarse sostenibles en el país. Este instrumento ayuda a estandarizar qué sí y qué no es inversión sostenible, y le da certeza tanto a inversionistas como a empresas emisoras.

Además, el gobierno está promoviendo el desarrollo de productos financieros verdes, ofreciendo incentivos fiscales y creando canales de colaboración con organismos multilaterales, como el BID y el IFC, para apoyar proyectos con impacto ambiental y social.

La BMV ha sido uno de los actores más activos en la promoción de inversiones sostenibles. Desde hace años impulsa iniciativas que fomentan la transparencia, la emisión de bonos verdes y sociales, y el acceso de emisoras comprometidas con prácticas ESG.

Entre sus logros está la creación del Segmento de Bonos Sustentables, donde se listan bonos verdes, sociales y vinculados a sostenibilidad emitidos por empresas mexicanas y extranjeras. Además, promueve capacitaciones a emisoras para fortalecer sus reportes ESG y facilita el acceso a financiamiento responsable.

También ha desarrollado índices bursátiles sostenibles, como el S&P/BMV Total México ESG Index, que reúne a empresas que cumplen con criterios robustos de sustentabilidad y gobierno corporativo, lo cual ayuda a los inversionistas a identificar opciones responsables dentro del mercado accionario.

La CONSAR también se ha sumado al esfuerzo. Este organismo, encargado de supervisar las Afores, ha comenzado a exigir la integración de criterios ESG en las decisiones de inversión de las Sociedades de Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro (SIEFORES).

Esto significa que millones de mexicanos, aunque no lo sepan, ya están participando en finanzas sostenibles a través de su ahorro para el retiro. Las Afores están incorporando evaluaciones de riesgo climático, análisis de impacto social y gobernanza responsable en sus estrategias.

Además, se están desarrollando guías y lineamientos para fomentar la transparencia y el reporte de información ESG dentro de estos fondos de pensiones, con el objetivo de que el ahorro de los trabajadores mexicanos impulse proyectos que beneficien a la sociedad y al medio ambiente.

Desde el punto de vista normativo, México avanza hacia una regulación más clara y robusta. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ha establecido lineamientos para la divulgación de información ESG por parte de emisoras públicas, lo cual busca evitar el greenwashing y ofrecer mayor claridad a los inversionistas.

También se están alineando normas contables, criterios de supervisión y estándares internacionales como los del Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) o los Principios de Inversión Responsable de la ONU.

A nivel internacional, México forma parte de diversas iniciativas que impulsan las finanzas sostenibles, como la Alianza de Finanzas Sostenibles de América Latina y el Caribe. Esto no solo posiciona al país como un actor comprometido, sino que también abre oportunidades de inversión transfronteriza con impacto positivo.

¿Cómo invertir de forma sostenible en México?

Invertir de forma sostenible en México ya no es un concepto lejano o exclusivo para grandes inversionistas institucionales. Hoy en día, cualquier persona puede empezar a construir un portafolio con impacto positivo desde montos accesibles y con opciones que se ajustan a distintos perfiles de riesgo.

A continuación, te presentamos las principales herramientas y vehículos que ya están disponibles en el país para quienes desean invertir con enfoque ESG, sin salir del marco regulado y confiable del sistema financiero mexicano:

Los fondos de inversión ESG son instrumentos gestionados por operadoras autorizadas que seleccionan cuidadosamente los activos en los que invierten, evaluando aspectos ambientales, sociales y de gobernanza.

En México ya puedes encontrar fondos nacionales e internacionales con este enfoque, ofrecidos por instituciones como GBM, Citibanamex, Actinver o BlackRock México. Muchos de estos fondos invierten en empresas listadas en índices como el MSCI ESG Leaders o el S&P 500 ESG, y en algunos casos, incluso en proyectos sostenibles directamente.

Además, algunos fondos están denominados en pesos mexicanos, lo que facilita su acceso y reduce riesgos cambiarios. Muchos de estos instrumentos están disponibles desde montos bajos, lo cual abre la puerta a nuevos inversionistas.

Los bonos verdes son títulos de deuda que emiten gobiernos, instituciones o empresas para financiar proyectos específicos con beneficios ambientales, como parques solares, eficiencia energética o movilidad sustentable.

En México, empresas como Nacional Financiera (NAFIN), Grupo Rotoplas, Banobras o BBVA México han emitido bonos verdes en la Bolsa Mexicana de Valores. También existe una creciente participación de gobiernos estatales y fideicomisos que financian infraestructura sustentable.

Como inversionista puedes acceder a estos bonos a través de plataformas bursátiles o mediante fondos que los integran en su portafolio. Son una excelente opción si buscas inversiones de renta fija con un propósito claro.

Las FIBRAs (Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces) sostenibles están empezando a posicionarse en el país, especialmente aquellas enfocadas en edificaciones verdes y parques industriales con certificaciones ambientales (como LEED). Estas FIBRAs ofrecen rentas periódicas a los inversionistas y tienen potencial de plusvalía.

Por otro lado, invertir en empresas que desarrollan energías limpias como solar, eólica o biomasa también es posible mediante acciones listadas o fondos sectoriales. En México hay firmas públicas y privadas que están liderando este cambio, y puedes ser parte de ese movimiento con un enfoque patrimonial.

Cada vez más fintechs mexicanas están apostando por productos financieros con impacto social y ambiental. Algunas plataformas de crowdfunding, por ejemplo, permiten invertir en proyectos de vivienda ecológica, agricultura regenerativa, movilidad eléctrica o educación financiera para comunidades vulnerables.

Lo mejor es que muchas de estas plataformas te permiten invertir desde $1,000 o menos, y ofrecen una experiencia muy accesible desde tu celular. Si estás buscando alternativas frescas y alineadas con el desarrollo sostenible, este tipo de inversión digital puede ser una gran opción.

Sí, tu Afore también puede ser parte de una estrategia de inversión sostenible. En México, la CONSAR ha comenzado a exigir que las Administradoras de Fondos para el Retiro integren criterios ESG en la evaluación de sus portafolios.

Afores como SURA, Profuturo y Principal ya reportan avances en este sentido. Aunque no siempre puedes escoger en qué invierte tu Afore, puedes consultar su enfoque ESG y cambiarte a una que tenga una política clara de sostenibilidad. Esta es una forma pasiva pero poderosa de alinear tu ahorro de largo plazo con causas que te importan.

¿Es rentable la inversión sostenible?

Hablar de inversión sostenible no solo implica impacto social o ambiental. También implica rendimiento. Y esa es, sin duda, la pregunta que muchos se hacen antes de tomar una decisión: ¿puedo ganar buen dinero con esto o es solo una causa noble sin retorno?

La realidad es que invertir con criterios ESG no solo puede ser igual de rentable que una inversión tradicional, sino que en muchos casos ha demostrado ser incluso más sólida en el largo plazo.

Diversos análisis han demostrado que las empresas con buenas prácticas ambientales, sociales y de gobernanza tienden a gestionar mejor los riesgos, operar de forma más eficiente y generar valor sostenible en el tiempo. ¿El resultado? Una mejor rentabilidad ajustada al riesgo.

En México, portafolios con enfoque ESG han logrado superar los rendimientos de fondos tradicionales. En particular, se han observado desempeños entre 10 % y 13 % superiores en horizontes de mediano y largo plazo, gracias a la menor exposición a crisis reputacionales, sanciones regulatorias o modelos de negocio obsoletos.

Incluso durante periodos de volatilidad —como la pandemia o las tensiones energéticas globales—, muchos fondos ESG mostraron mayor resistencia, con caídas menos pronunciadas y recuperaciones más estables.

La clave está en cómo se construyen los portafolios sostenibles. Al incluir criterios no financieros en la evaluación de las empresas (como sus políticas laborales, su huella ambiental o su ética corporativa), se identifican riesgos ocultos que en una inversión tradicional podrían pasar desapercibidos.

Además, las inversiones sostenibles suelen estar más alineadas con sectores de crecimiento a futuro, como las energías limpias, la tecnología responsable, el transporte verde o la salud digital. Es decir, industrias que tienen viento a favor, apoyadas por políticas públicas y cambios en los hábitos de consumo.

También se está viendo una fuerte entrada de capital institucional hacia este tipo de activos. Fondos de pensiones, aseguradoras, bancos de desarrollo y organismos multilaterales están redirigiendo sus carteras hacia lo sostenible, lo cual incrementa la demanda y estabiliza los precios de estos instrumentos.

Eso sí, no se trata de pensar que cualquier inversión “verde” es buena o que todas van a rendir más. Hay que analizar cada producto con lupa, evitar el greenwashing (apariencias sin sustancia) y tener claro que el rendimiento depende de la calidad del activo, el plazo y tu perfil de riesgo.

La sostenibilidad no garantiza retornos inmediatos, pero sí mejora las probabilidades de obtener buenos resultados sostenibles en el tiempo, especialmente en contextos de transformación estructural como el que vivimos.

Riesgos y retos

Hasta ahora hemos visto todo lo bueno que ofrece la inversión sostenible: propósito, impacto, crecimiento y rentabilidad. Pero también es fundamental ser claros: nada es perfecto.

Como en cualquier estrategia de inversión, hay riesgos que debes conocer y considerar desde el inicio. Y en este caso, algunos son específicos de este enfoque: desde inversiones que solo aparentan ser sostenibles hasta limitaciones del mercado mexicano, pasando por la falta de información confiable o estándares claros para comparar opciones.

Pero no te preocupes: el objetivo no es asustarte, sino ayudarte a invertir con los ojos bien abiertos. A continuación, te presentamos los principales riesgos y retos que puedes encontrar al invertir de forma sostenible en México, acompañados de recomendaciones claras para que sepas cómo enfrentarlos con inteligencia.

🛡️ Principales riesgos y cómo prevenirlos

Riesgo / Reto¿Qué significa?¿Cómo prevenirlo o enfrentarlo?
GreenwashingEmpresas o fondos que se “visten de verde” pero no tienen un impacto real o verificable.Investiga los criterios ESG que realmente usan. Busca certificaciones o reportes de impacto independientes.
Poca oferta localAún hay pocas opciones de inversión sostenible 100 % mexicanas o adaptadas al mercado local.Diversifica con fondos internacionales ESG disponibles en México o participa en fintechs con enfoque sustentable.
Falta de información claraNo siempre es fácil acceder a datos comparables sobre el impacto ambiental o social de una inversión.Consulta fuentes confiables, pide transparencia a tu asesor o consulta reportes de sostenibilidad auditados.
Falta de estandarización ESGCada fondo o empresa puede definir “sostenibilidad” de forma distinta, lo que dificulta comparar entre sí.Utiliza herramientas de análisis ESG (como índices o ratings) y busca productos alineados con marcos reconocidos.
Rentabilidad incierta en el corto plazoAlgunas inversiones sostenibles pueden tardar más en madurar o generar retornos visibles.Define objetivos de largo plazo. Mezcla sostenibilidad con estrategias de diversificación para balancear tu portafolio.
Baja educación financiera en el temaMuchos inversionistas aún no entienden bien qué es ESG, lo que los hace vulnerables a malas decisiones o desinformación.Infórmate antes de invertir. Aprovecha contenidos educativos, webinars y asesorías especializadas como las de Finantres.
Barreras de entrada en plataformas tradicionalesAlgunos productos ESG aún no están disponibles en brokers mexicanos tradicionales o requieren montos elevados.Explora opciones fintech o plataformas internacionales que operen legalmente en México con productos sostenibles accesibles.

Como puedes ver, todos estos retos tienen solución si cuentas con la información adecuada. La inversión sostenible es una gran oportunidad, pero como todo en finanzas, requiere conocimiento, criterio y estrategia.

Y aquí en Finantres estamos justo para eso: ayudarte a tomar decisiones inteligentes, alineadas con tus valores y respaldadas por datos reales.

7 principales términos que la gente debería conocer en Inversión sostenible

Aquí tienes una selección con los 7 términos clave que toda persona interesada en la inversión sostenible en México debe conocer.

ESG son las siglas de Environmental, Social and Governance, o en español: Ambiental, Social y de Gobernanza. Estos tres pilares son la base de la inversión sostenible, y se utilizan como criterios para evaluar el impacto no financiero de una empresa. En resumen, no solo se analiza cuánto gana una empresa, sino cómo lo gana: si contamina, si trata bien a sus empleados, si tiene una cultura ética, etc.

El criterio ambiental analiza la huella ecológica de una empresa: uso de recursos, emisiones de carbono, gestión de residuos, eficiencia energética, etc. El criterio social evalúa su relación con empleados, comunidades, proveedores y clientes. Y el de gobernanza examina la transparencia, ética, estructura del consejo y comportamiento corporativo. Estos tres factores, al combinarse, ofrecen una visión mucho más completa del riesgo y potencial de una inversión.

La inversión con impacto va un paso más allá del enfoque ESG. Aquí, el objetivo principal no solo es que la empresa “no haga daño”, sino que genere activamente un cambio positivo en la sociedad o el medio ambiente. Es decir, se busca provocar una mejora tangible: por ejemplo, financiar proyectos que generen energía limpia, acceso a salud o educación en comunidades marginadas.

Este tipo de inversión busca un equilibrio entre rentabilidad financiera y resultados medibles. Por ejemplo, un fondo que invierte en startups de inclusión financiera, o una fintech que financia agricultura sustentable. El impacto se mide con indicadores concretos: árboles plantados, toneladas de CO₂ evitadas, empleos generados, personas beneficiadas, etc. En México, este enfoque está creciendo a través de fondos privados, plataformas de crowdfunding y alianzas con organizaciones sociales.

El greenwashing (lavado verde) es una práctica engañosa donde una empresa o fondo pretende ser sostenible cuando en realidad no lo es. A través de marketing, etiquetas vagas o frases rimbombantes (“ecofriendly”, “verde”, “sustentable”), intentan proyectar una imagen responsable sin tener acciones concretas que la respalden. Este es uno de los mayores riesgos en la inversión sostenible.

Para evitar caer en greenwashing, es fundamental revisar con lupa los reportes de sostenibilidad, verificar si la empresa cuenta con certificaciones reconocidas, qué métricas usa para evaluar su impacto y si audita sus resultados. También ayuda comparar varias fuentes y consultar ratings ESG de agencias independientes. En el mercado mexicano, el greenwashing es una amenaza latente ante la falta de estándares, pero como inversionista informado puedes aprender a detectarlo y evitarlo.

Los bonos verdes son instrumentos de deuda utilizados para financiar proyectos que generan beneficios ambientales claros y medibles. Por ejemplo, construcción de parques solares, infraestructura hídrica eficiente, movilidad sustentable o eficiencia energética. En lugar de pagar intereses por cualquier cosa, como sucede con un bono tradicional, aquí el dinero se destina exclusivamente a causas verdes.

México ha sido pionero en América Latina en la emisión de estos instrumentos, tanto desde entidades públicas (como la Secretaría de Hacienda o NAFIN) como desde empresas privadas. Para el inversionista, representan una opción atractiva dentro de la renta fija con un enfoque sostenible, y en muchos casos, ofrecen condiciones financieras similares a los bonos normales, pero con el extra de saber que estás impulsando un proyecto con impacto ambiental real.

Una taxonomía sostenible es básicamente un sistema de clasificación oficial que define qué actividades económicas se consideran realmente sostenibles. Sirve para poner orden en el mercado: en lugar de que cada quien decida arbitrariamente qué es “verde”, la taxonomía establece criterios técnicos, umbrales y estándares comunes.

México presentó su propia Taxonomía Sostenible, impulsada por la Secretaría de Hacienda, con el objetivo de facilitar las inversiones responsables, evitar el greenwashing y alinear el sistema financiero con los objetivos ambientales y sociales del país. Esta herramienta es clave para inversionistas, ya que les da una guía clara para identificar proyectos legítimamente sostenibles y compararlos entre sí con base en evidencia y métricas.

Un reporte de sostenibilidad es un documento donde una empresa rinde cuentas sobre su impacto ambiental, social y de gobernanza, con indicadores específicos, acciones ejecutadas y resultados obtenidos. Es una forma de demostrar transparencia y compromiso, y se ha vuelto cada vez más importante para evaluar si una organización realmente cumple con estándares ESG.

En este reporte, la empresa detalla sus políticas, objetivos de sostenibilidad, avances, retos y planes a futuro. Algunas siguen marcos internacionales como el GRI (Global Reporting Initiative) o el SASB (Sustainability Accounting Standards Board). Como inversionista, leer este reporte te da muchísima claridad sobre si vale la pena confiar tu dinero ahí, o si estás frente a una fachada más.

Las finanzas sostenibles abarcan todo el ecosistema financiero que integra criterios ambientales, sociales y de gobernanza en sus procesos de decisión. Esto incluye desde fondos de inversión, bonos, préstamos verdes, seguros responsables, hasta políticas fiscales y regulación. No se trata solo de productos aislados, sino de una transformación completa del sistema financiero.

En México, este concepto está ganando tracción rápidamente. Ya lo vemos reflejado en decisiones de política pública, cambios en las Afores, compromisos de bancos, nuevas fintechs y hasta en las reglas de divulgación de la Bolsa. Las finanzas sostenibles no son solo para “inversionistas verdes”; son el futuro del dinero bien gestionado. Entender este concepto te prepara para tomar decisiones más alineadas con la realidad económica que se viene.

Preguntas Frecuentes de la Inversión sostenible

Aunque suelen usarse como sinónimos, existen matices importantes. La inversión ética se basa en los valores personales del inversionista, y suele excluir industrias que considera moralmente cuestionables (como armamento, tabaco o juegos de azar). La inversión responsable, por otro lado, busca integrar criterios ESG para identificar riesgos y oportunidades sin necesariamente excluir sectores completos.

En cambio, la inversión sostenible da un paso más allá: no solo evita lo negativo, sino que busca generar un impacto positivo concreto. Está orientada a proyectos, empresas o sectores que contribuyen directamente a resolver problemas ambientales o sociales. En resumen, todas comparten una base común, pero la inversión sostenible tiene una intención más activa de transformación.

Lo primero es tener una cuenta en una plataforma de inversión regulada en México que ofrezca productos ESG o sostenibles. Esto puede ser una casa de bolsa, una app fintech o incluso tu propia Afore, si ya integra este tipo de criterios. Después, debes definir tu perfil de riesgo y tus objetivos: ¿quieres invertir en bonos verdes? ¿Fondos ESG? ¿Proyectos con impacto social?

Luego, toca investigar las opciones disponibles, revisar su rentabilidad histórica, su impacto real y, si es posible, consultar con un asesor financiero especializado. Recuerda que no necesitas grandes cantidades para comenzar: muchas opciones ya permiten iniciar con montos accesibles. Lo importante es informarte bien y comenzar con claridad.

La clave está en la medición y la transparencia. Las inversiones sostenibles serias deben acompañarse de reportes de impacto claros, auditados y con indicadores específicos (por ejemplo, toneladas de CO₂ evitadas, número de beneficiarios, hectáreas reforestadas, etc.). Si un fondo o proyecto no publica estos datos o lo hace de forma vaga, es una señal de alerta.

También puedes revisar si está alineado con marcos reconocidos, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), si cuenta con certificaciones ESG, y si tiene buenas prácticas de gobernanza. Recuerda que el impacto no es un eslogan: debe poder medirse, demostrarse y sostenerse en el tiempo.

Más sobre inversiones alternativas en México