Cómo entender la clasificación de riesgo en bonos mexicanos

¿Te confunden las letras como AAA, BB o C cuando lees sobre bonos en México? No te preocupes, aquí vas a entenderlo todo. Saber cómo funciona la clasificación de riesgo en bonos mexicanos es clave si estás pensando en invertir o ya lo haces. Estas calificaciones determinan qué tan seguro es que el emisor —ya sea el gobierno o una empresa— te pague lo que te prometió. Y ojo, no solo afectan tu nivel de riesgo, también impactan directamente en el rendimiento que puedes obtener y la facilidad para vender ese bono más adelante. En este artículo te explico, paso a paso y sin tecnicismos, qué significa cada calificación, cómo interpretarlas, dónde consultarlas y cómo usar esta información para tomar mejores decisiones con tu dinero. Aquí lo vas a entender todo, así que sigue leyendo.

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5 puntos clave para entender la clasificación de riesgo en bonos mexicanos

  • El rating indica qué tan probable es que te paguen: entre más alta la calificación (AAA, AA), menor el riesgo de impago; si baja (BB, B), más riesgo estás tomando.
  • En México, el gobierno tiene grado de inversión, lo que le permite financiarse a tasas más bajas; en cambio, emisores como Pemex pagan más porque tienen calificaciones especulativas.
  • La calificación influye en el rendimiento del bono: si es más riesgoso, te pagarán más interés, pero también podrías perder si el emisor no cumple.
  • Bonos con buena calificación se venden más fácil en el mercado secundario; los que tienen mal rating pueden ser difíciles de mover o requerir descuentos.
  • Puedes consultar las calificaciones en sitios oficiales como Banxico, SHCP o directamente en las agencias calificadoras; estar al pendiente de actualizaciones te ayuda a reaccionar a tiempo.

¿Qué es la clasificación de riesgo en bonos?

Cuando hablamos de bonos, uno de los aspectos más importantes que debes entender es la clasificación de riesgo, también conocida como rating. Esta calificación es una herramienta clave para los inversionistas, ya que indica qué tan probable es que el emisor del bono cumpla con los pagos de intereses y devuelva el capital en el plazo pactado.

En pocas palabras: el rating mide la solvencia del emisor del bono. Si tú compras un bono, estás prestando dinero a una entidad (ya sea el gobierno, una empresa o un banco), y la clasificación te da una idea clara del nivel de riesgo que estás asumiendo.

Estas calificaciones no se asignan al azar. Existen agencias especializadas y reconocidas a nivel mundial que se encargan de analizarlas con mucho detalle. Las más conocidas son:

  • Moody’s Investors Service
  • Standard & Poor’s (S&P)
  • Fitch Ratings

Estas agencias hacen un análisis profundo del emisor considerando aspectos como su deuda, ingresos, gastos, estabilidad financiera, contexto económico, entre otros.

Para expresar el riesgo, utilizan escalas alfabéticas. Te explico lo más básico para que no te confundas:

  • AAA, AA y A: indican bajo riesgo. El emisor es confiable y muy probablemente pagará sin problema.
  • BBB: sigue siendo un bono con grado de inversión, aunque ya empieza a tener más riesgo.
  • BB, B, CCC, CC y C: aquí ya estamos hablando de grado especulativo o bonos basura. Son más riesgosos, pero también ofrecen mayores rendimientos.
  • D: este nivel representa un incumplimiento. El emisor no pagó, así de claro.

Cada letra puede tener signos (+) o (–) o números (en el caso de Moody’s) que refinan aún más la clasificación. Por ejemplo, A+, A y A– no significan lo mismo, aunque están en el mismo grupo.

La razón por la que estas calificaciones son tan importantes es porque afectan directamente el rendimiento que esperas recibir y el riesgo que asumes. Un bono con calificación alta pagará menos interés, pero te dará más seguridad. En cambio, un bono con baja calificación te ofrecerá más rendimiento, pero también un mayor riesgo de que no te paguen.

En el caso de México, estas calificaciones aplican tanto a bonos emitidos por el Gobierno Federal (como los Bonos M o los Udibonos), como a empresas mexicanas que buscan financiamiento en el mercado. Por eso, entender el rating es esencial para cualquier inversionista en renta fija. Te ayuda a tomar decisiones más informadas y a proteger mejor tu dinero.

¿Por qué es clave entender la clasificación de riesgo en el mercado mexicano?

Después de comprender qué es el rating y cómo se asigna, es fundamental saber por qué esta herramienta es tan relevante en el caso de México. Aquí te explico con claridad:

🌎 México como emisor soberano con grado de inversión

México mantiene un grado de inversión reconocido por agencias como Moody’s, S&P y Fitch, lo que lo sitúa entre los países emergentes más confiables de Latinoamérica. Esta calificación favorable se debe a elementos como una economía diversificada, tipo de cambio flexible, finanzas públicas relativamente sólidas y suficientes reservas internacionales.

Tener grado de inversión significa que países, instituciones y empresas eligen invertir en la deuda mexicana con mayor confianza, lo que se traduce en mejores condiciones de financiamiento para el país.

📈 Impacto directo en tasas de interés de bonos gubernamentales

Cuando México mantiene calificaciones positivas, el costo de financiamiento se reduce: los inversionistas exigen menores rendimientos, pues perciben un menor riesgo. Si por alguna razón se deteriora la perspectiva (aunque no se cambie la calificación), los spreads—diferenciales entre bonos mexicanos y bonos del Tesoro EEUU—se amplían, elevando las tasas que el gobierno debe ofrecer

🛢️ Casos emblemáticos: Bonos de Pemex y rebajas recientes

Pemex, como empresa estatal, tiene su propia calificación. Moody’s y Fitch la rebajaron de B1 a B3, argumentando una alta dependencia financiera del gobierno y flujos de caja negativos, lo que coloca a la empresa en territorio de bono basura. Esta decisión generó una reacción inmediata del mercado: los bonos de Pemex cayeron y los rendimientos exigidos se dispararon frente a los bonos soberanos.

La separación entre la calificación del país y la de Pemex también significa que Pemex paga tasas mucho más altas, por su mayor percepción de riesgo, frente al costo menor que tiene el gobierno para emitir deuda.

✅ ¿Por qué te importa como inversionista?

  • Tu decisión debe basarse en datos sólidos: conocer si el emisor tiene grado de inversión o no te ayuda a elegir bonos más seguros.
  • Entender las diferencias entre emisiones: un bono soberano probablemente tenga menor rendimiento, pero te ofrece mayor respaldo; mientras que bonos como los de Pemex pueden ofrecer más rendimiento, pero asumes más riesgo.
  • Reacciones ante novedades del mercado: cambios en la perspectiva o rebajas en la calificación pueden modificar de forma rápida las tasas del mercado secundario.

¿Cómo afectan las calificaciones a tu inversión?

Tras haber entendido qué es el rating y por qué es clave en México, ahora pasamos a ver cómo se traduce todo eso en tu inversión real en bonos.

📌 Relación entre calificación, rendimiento y precio

  • Cuando un bono tiene mejor calificación (como AAA o AA), el mercado lo percibe como de bajo riesgo. Eso significa que los inversionistas aceptan un cupón más bajo, porque confían en que recibirán pagos puntuales.
  • Por el contrario, con una calificación baja (como BB o B), el riesgo es mayor. Por ello los inversionistas exigen rendimientos más altos, lo que empuja el precio del bono a la baja. El interés es atractivo como compensación al riesgo.
  • Es decir: mayor riesgo → mayor cupón exigido → menor precio en el mercado.

Por ejemplo, un bono gubernamental con calificación alta podría ofrecer un rendimiento cercano al 9 % anual por un bono a 10 años, mientras que uno calificado como especulativo requeriría pagar más para atraer inversión.

💧 Impacto en la liquidez del bono

  • Los bonos mejor calificados suelen ser más líquidos: se negocian con mayor frecuencia en el mercado secundario, y puedes venderlos fácilmente sin mover mucho el precio.
  • Por otro lado, los bonos con bajo rating tienen menos volumen de negociación. Al entrar o salir del bono podrías afectar su precio, y encontrar comprador puede ser más difícil.

En esencia: mayor calidad crediticia → mayor facilidad para negociar → menor volatilidad de precio cuando compran o venden mucho volumen.

🔄 ¿Y si cambia la calificación?

  • Si el emisor recibe una mejora de rating (por ejemplo de BBB a A–), el bono puede subir de precio: los inversionistas bajan la tasa exigida porque lo perciben como más seguro.
  • En cambio, un downgrade (rebaja) puede generar una venta masiva: el precio baja y los rendimientos aumentan, justo como ocurrió con algunos emisores mexicanos en el pasado reciente.

¿Cómo consultar y monitorear las calificaciones?

Después de entender cómo afecta el rating tu inversión, ahora te explico cómo puedes consultarlo y darle seguimiento de forma efectiva, especialmente para emisiones en México:

📌 ¿Dónde puedes consultar las calificaciones oficiales?

  • Ingresa directo a las páginas de Moody’s, S&P y Fitch, ya sea a nivel global o a través de sus versiones locales en México. Estos sitios publican las calificaciones actuales, perspectivas (estable, negativa o positiva) y metodologías.
  • En México, consulta también las secciones dedicadas a calificaciones en el sitio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
  • El Banco de México también publica reportes financieros con información sobre deuda soberana y calificaciones actualizadas.
  • Además, las agencias autorizadas en México son supervisadas por la CNBV, que exige que publiquen metodologías completas, significados de calificación, y cualquier cambio significativo. Estas puedes consultarlas en sus sitios oficiales.

🔍 ¿Cómo seguir las revisiones periódicas?

  • Las agencias pueden colocar emisiones o emisores en “Rating Watch” o vigilancias cuando se detecta incertidumbre o potencial cambio. Durante este periodo, los inversores deben prestar atención a noticias o eventos clave del emisor.
  • Revisa periódicamente los comunicados oficiales de las agencias y portales financieros para detectar mejoras, rebajas o mantenimientos de rating.
  • Muchas plataformas de análisis o brokerage permiten activar alertas automáticas cada vez que un emisor cambia de calificación o entra en vigilancia.

🛠️ ¿Qué hacer si cambia la calificación?

  • Una rebaja de rating puede hacer que tus bonos pierdan valor y suban rendimientos exigidos: revisa si deseas vender antes de una caída mayor o ajustar tu exposición.
  • Una mejora de calificación suele elevar el precio del bono y bajar su rendimiento exigido, lo que puede ser oportunidad para vender con ganancia o reafirmar tu posición.
  • Durante una etapa de vigilancia, es recomendable seguir de cerca al emisor y evaluar escenarios más conservadores hasta que se confirme una acción final.

Conclusión y próximos pasos

Al haber cubierto desde qué es el rating y cómo afecta el valor o rendimiento, llegar al punto de seguimiento y monitoreo te permite tener una visión completa y útil para tomar decisiones informadas.

  • Antes de comprar un bono mexicano, revisa siempre su calificación actual, historial, perspectiva y cualquier observación vigente.
  • Combina esa información con análisis del instrumento: plazo, flujo de cupones, prioridad de pago, moneda y liquidez.
  • Usa los datos oficiales (agencias, SHCP, Banxico) y mantente al pendiente de cualquier alerta o cambio de Rating Watch.

De esta forma, podrás elegir mejor entre bonos gubernamentales o empresariales, entender qué riesgos estás asumiendo y tomar decisiones más seguras y alineadas a tus objetivos como inversionista mexicano.

Preguntas frecuentes

Sí, aunque no todos. Algunos gobiernos locales que buscan financiamiento a través del mercado de deuda sí solicitan una calificación crediticia, especialmente si van a emitir certificados bursátiles. Estas calificaciones evalúan la capacidad financiera del estado o municipio para pagar, y pueden variar mucho dependiendo de sus ingresos, deuda existente y respaldo federal.
No siempre. En México, no todos los bonos necesitan tener una calificación para poder colocarse en el mercado, aunque sí es altamente recomendable, especialmente si se busca atraer inversionistas institucionales o si se trata de emisiones grandes. Las emisiones sin rating suelen tener menor demanda y liquidez.
No. Una calificación alta indica un bajo riesgo de impago, pero no elimina otros riesgos, como la fluctuación en tasas de interés, inflación o riesgo de liquidez. Incluso un bono AAA puede bajar de precio si suben las tasas o si cambia el entorno económico. Por eso, siempre hay que complementar el análisis de rating con una revisión completa del instrumento y del contexto del mercado.

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Daniela Casas / Diseñadora UX

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